Argo y Miserables (GLH) |
Este domingo he estado en el mítico
hotel Beverly Hilton, dónde se han rodado infinidad de películas en
su entrada en curva. Allí se ha celebrado un año más la mítica
ceremonia de los Globos de Oro, (Golden Globes para los de la Logse
que estudiaron algo de inglés) que reparte una asociación de
periodistas extranjeros afincados en Hollywood. Por lo que se
rumoreaba en la alfombra roja, son una panda de dinosaurios unidos en
una secta en la que es difícil entrar y de la que van cayendo
integrantes a gran velocidad.
Pretty Man, el hombre que hace mojar el sofá a varias generaciones de hembras |
La gala ha sido muy pronto. Como EEUU
es un país de unas dimensiones bestiales, se hace a una hora decente
para todo el país. Conclusión: empiezan a desfilar hacia las 3 de
la tarde y para las 6 ya está todo el show en marcha. Pero a los
pillos no les ha importado ponerse a copar botellitas de Moet Chandon
que repartían gratis con un vasito pegado al morro para que se viera
la marca. Una macarrada elegante (contrasentido lógico por ser
publicidad y no se vería en una copa) que puso 'chispa' a los
invitados a la gala.
Homeland tipa (GLH) |
La mítica alfombra roja de la manida
“antesala de los Óscar” son 100 metros de medios internacionales
hacinados como sardinas con un metro de valla para cada uno. Los
'afortunados' que consiguen estar en los primeros metros consiguen a
las estrellas frescas con ganas de hablar. Obviamente son los grandes
medios norteamericanos que pagan pasta tienen los mejores sitios, y a
lo largo de ese paseo también se ubican pequeños platós de teles
que pagan incluso más y que consiguen tiempo en directo con los
muñecos de la gran y pequeña pantalla. En dónde estaba yo situado
pasaban a menudo de largo, ya era el final y les apetecía entrar.
Sin embargo, las relaciones públicas de los desconocidos te ofrecen
con cartelitos a la gente que no conoces. Es como: venga, dale una
oportunidad, se ha duchado y puesto guapo para la ceremonia aunque no
lo conozcan ni en su casa a la hora de desayunar.
Homeland barbudo (GLH) |
Ha sido entretenido, apasionante y
estoy bastante muerto. Prometo mañana ampliar con mi experiencia
personal. Que no todos los días un tipo nacido en Txagorritxu está
en unos Globos de Oro.
¡Hasta mañana desde Hollywood!
PD: Cuando me iba del hotel, me he
cruzado con Stanley, el afroamericano vago cincuentón de The Office.
Y ha suspirado fuerte. Como en la serie. Y he brincado como un niño
el día de reyes. ¿Realmente he estado allí o me lo he inventado?
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