jueves, 13 de diciembre de 2012

Llegada al continente americano

Ya he llegado a América. Y todo estupendo. Ni ha sido tan complicada la aduana ni me ha pasado nada llamativo.

Mi primer destino por unas pocas horas ha sido el aeropuerto de Chicago. Allí he cogido un pequeño metro rollo el de la satélite de la T4 Madrid, donde me han llevado a otra terminal. En las dos horas y pico que he pululado por esos amplios pasillos, me he podido dar cuenta que estaba de verdad en EEUU. Desde los 8 Macdonals que tiene el aeropuerto (2 en los 200 metros en los que estaba), pasando por la comida china, pizzas, fajitas y demás mierda. Tenía que haber elegido Mauritania para mantener mejor la línea. Aunque lo cierto es que también hay bastantes sitios con ensaladas con buena pinta y mucho zumo multivitaminado. Uno de los primeros tópicos que se ha cumplido es ver a gente comiendo mientras anda. Y no era una hamburguesa, sino plato con tenedor de plástico.

Otro momento 'vivido' en lo poco que he estado era una borracha cincuentona ligando en el único bar de la terminal dando su tarjeta de visita a treintañeros. Un estilo de la jefa del representante de Californication, con traje y así. Negraco limpiador, hordas de maqueros con iphones en el suelo en busca de enchufe, señores con bigotaco trasnochado... La ficción, como seguramente comprobaré en los sucesivos meses, se cumple totalmente. Coro de señoras cantando canciones con motivo solidario, gente mayor con motivos navideños pueriles, periódicos autoservicio a monedas...

Cena In-n-out (GL-H)
Todo es real. En LA, mi destino final y que da nombre al blog LA Gonfidential, he estado cenando en un In-n-out. Parece ser mítica de la costa oeste de la comida típica de allí. Sobra decir que no eran ni macarrones con chorizo ni conejo a la jardinera. Estaba bueno pero sin más. Quizá tanto ver a Chicote y a Ramsey me ha hecho un criticón. Había refill de bebidas y míticos botecitos de ketchup con surtidor público. Nada de racanear con los sobrecitos. Mi amigo acompañante me ha desaconsejado que probara la Root Beer o cerveza de raíz, que había para servirse. Yo no le he hecho caso y casi vomito. Al final me he tenido que pasar a la Diet Coke, que aquí no es ligera, sino dietética. Cosas de esta gente y su dieta de la alcachofa.

Otro dato curioso que hoy he conocido es que las gasolineras tienen sólo un surtidor. En función de lo que pulses, la misma manguera te da los galones de petróleo del modo que necesite el motor de tu bólido. Y son interactuar. Solo tarjeta de crédito y pulsar botones. Se echan de menos los cedés de triunfitos y las panteras rosas.

Primera noche en USA (G L-H)
A mi llegada ha llovido bastante. Algo raro. Según los lugareños lo hace 5-6 veces al año. ¿Presagio de algo? En el fondo tengo ganas de vivir un pequeño terremoto. Que en el fondo es como los sofás vibratorios de los centros comerciales. Pero sin meter monedicas. Mañana madrugo. Os dejo.

¡¡Hasta la siguiente desde California!!

2 comentarios:

  1. Seguiré tus andaduras californianas! Un abrazo y mucha suerte!

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  2. A seguirte toca, pero no se me olvida el enfado de no haber tenido una despedida, eh...

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